Asopaipas Rubeñas

Buenos días!!

Hoy me he levantado con ganas de desayunar asopaipas.

¿Que, qué son? Bueno, en el pueblo de mis padres El Rubio en Sevilla, y por esa zona, se estila hacer esta masa frita y tomarla como desayuno o merienda. También hay sitios donde las llaman «sopaipas» y son muy semejantes a las «hojuelas» de otros lugares de España o las «flores de carnaval «. Si bien en zonas interiores y centro de España eran postres bastante caros o destinados a momentos muy especiales, precisamente por el costo; en el sur de España eran más cotidianos, ¿por qué? Por el mero hecho de que para freirlas se utiliza aceite de oliva en cantidad y en la zona sur siempre ha sido más accesible el aceite y en consecuencia, más barato.

Todas tienen una base común de una masa sencilla, de harina con agua (y algún condimiento más) y como método de cocción: la fritura. Según la zona la grasa utilizada en la masa puede ser de origen vegetal o animal.

Ingredientes:

350 g Harina de trigo

3 cucharadas de aceite de oliva

1 cucharadita de Matalauva/Matalahuga/Anís verde

1 Naranja

200 mL de Agua templada

1 cucharadita de Sal

Elaboración:

Calentamos el agua y disolvemos la sal en ella.

Se pone el aceite a calentar y cuando esté un poco caliente se echa la matalauva teniendo cuidado de no quemarla.

En un cuenco tendremos la harina y le haremos un pequeño hueco en el centro donde iremos echando en este orden y removiendo los siguientes ingredientes: primero el aceite caliente con la matalauva (si no quieres luego encontrarte las pepitas cuélalo mientras lo viertes en la harina), luego el agua templada con la sal disuleta y finalmente el zumo de la naranja.

Amasamos y de aquí nos tiene que quedar una masa de textura media, no pegajosa y muy moldeable. Si vemos que se necesita un poco más de agua, añadirla siempre templada (Foto 1).

No es necesario dejarla reposar, pero mientras ponemos la sartén con abundante aceite y éste se calienta para freirlas, pues la reservaremos tapada con un trapo y aunque no lleva levadura añadida con el propio ambiente, la harina y el agua puede que crezca un poquito.

Cuando se vayan a freir, se extiende la msas con un rodillo, se cortarán de forma irregular (así es como las hace mi madre) triangulares o rectangulares (Foto 2) y se freirán en aceite de oliva bien caliente. Observaremos cómo se hinchan (Foto 3).

Y poco más, sólo queda degustarlas y tomarlas con un buen café, chocolate o lo que nos apetezca (Foto 4). Si se quiere se les puede espolvorear azúcar por encima o echar un poquito de miel, pero eso es más propio de las «hojuelas». Sean cuales sean, a mí todas estas preparaciones de masa frita me encantan! Aunque hay que tomarlas con moderación ya que son altamente calóricas. De ahí que sean un buen desayuno o merienda, un buen aporte de energía para afrontar el día o seguir dándolo todo por la tarde.

Espero que os gusten a vosotros también.

 

 

 

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